En este artículo hablaremos del acné conglobata, pero para comenzar, veamos primero cuáles son los tipos más comunes de acné.
El acné vulgar (acné vulgaris) es una enfermedad común de la piel que se presenta en forma de marcas en la piel. Dependiendo de qué tan grave sea el brote, el acné se puede clasificar como leve, moderado o severo.
Cuando el brote de acné es leve o moderado, hay poca inflamación en la piel y muchas pápulas, pústulas y comedones, como los puntos blancos y puntos negros. Sin embargo, el acné severo se caracteriza por abundantes formaciones de acné inflamatorio.
Las formas principales de acné severo son los nódulos y los quistes.
Los nódulos y los quistes son producto de una profunda infección y daño en la dermis. A diferencia de los comedones, las pápulas y las pústulas (las cuales son lesiones de acné superficiales), los nódulos y los quistes pueden causar un daño permanente a la piel.
Los nódulos se describen como bultos grandes y duros que yacen debajo de la superficie de la piel. Los quistes tienen una apariencia similar a los nódulos pero están llenos de pus, el cual puede salir al romperse los quistes, causando infecciones más profundas.
El acné noduloquístico o acné quístico es solo una de las formas de acné vulgar severo.
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¿Qué es el Acné Conglobata?
El acné conglobata es una forma de acné vulgar severo. Se describe como una enfermedad inflamatoria de la piel la cual presenta comedones, nódulos, tejido inflamado y lleno de pus, y conductos sinusales que drenan secreciones.
El acné conglobata afecta mayormente a los hombres de edades entre los 18 a 30 años.
Puede ser la progresión de un acné activo pero no controlado o la reaparición de un acné anteriormente controlado.
La causa del acné conglobata se desconoce pero, ya que ocurre principalmente en los hombres, se cree que es provocado por la presencia de niveles altos de andrógenos, como la testosterona. Otro detalle que respalda esta teoría es el hecho de que el acné conglobata se presenta frecuentemente en hombres que abusan de los esteroides anabólicos y aquellos que recientemente dejaron de tomar terapias con testosterona.
Las personas con tumores que liberan andrógenos, las mujeres con SOPQ (síndrome de ovario poliquístico) o aquellas con síndrome de Cushing corren un riesgo muy alto de desarrollar acné conglobata. Otras personas a las que se les califica como propensas a desarrollar esta forma de acné severo incluyen aquellas personas que estén en proceso de remisión de alguna enfermedad autoinmune o aquellas que estén expuestas a halógenos e hidrocarbonos.
Además, hay estudios que comprueban que el acné conglobata puede ser hereditario para algunas familias.
Esto indica que existe una causa genética, y, de hecho, ciertos defectos en el cariotipo XYY o en la composición cromosómica se han vinculado con formas severas del acné conglobata.
Existe un vínculo fuerte entre la enfermedad y los fenotipos de antígenos leucocitarios humanos específicos.
Se cree que otra causa del acné conglobata es el cambio en la sensibilidad que presenta la piel a las bacterias causantes del acné, tales como la Propionibacterium acnes. Puede ser que algunas personas hayan desarrollado de manera repentina una sensibilidad aumentada a esta bacteria la cual luego se extiende rápidamente a otras partes del cuerpo.
Esta última teoría es la base para el uso de antibióticos en el tratamiento del acné conglobata.
Aparición y Progresión del Acné Conglobata
El acné conglobata comienza con la formación de puntos negros en la cara en cúmulos de 2 a 3 comedones. Estos cúmulos luego se extienden hasta el cuello, el pecho, la espalda, la parte superior de los brazos, los muslos y las nalgas.
Los puntos negros son comedones que dejan marcas oscuras en la piel. Se forman a partir de poros parcialmente obstruidos, llenos de sebo, piel muerta y bacterias. Las marcas oscuras que quedan en la piel se deben al derrame de melanina, el pigmento de la piel. Cuando la melanina es expuesta al aire, se oxida y se vuelven negras.
Luego de que los puntos negros se propagan, también aparecen granos en torno a los mismos.
Estos granos se llenan de pus rápidamente y aumentan de tamaño. Al hincharse, se vuelven muy sensibles al tacto, con la piel a carne viva. Si bien estos granos son fáciles de reventar, son muy dolorosos, por lo que se recomienda no empeorarlos aún más al manipularlos.
Sin embargo, los granos grandes e hinchados del acné conglobata sí se rompen y se propagan aún más. Cada grano que se rompe se llena de nuevo con pus y se vuelve aún más grande. Estos granos de mayor tamaño rápidamente se convierten en nódulos y quistes.
Al interconectarse el uno con el otro, estos nódulos fusionados cubren grandes áreas de la piel.
Incluso cuando el cuerpo trata de curar los primeros nódulos, el gran bulto se extiende por los bordes. Esto da lugar a la formación de costras en el centro de las estructuras noduloquísticas inflamatorias en progreso.
Eventualmente, estas lesiones sí sanan pero dejan cicatrices amplias y permanentes en la piel. El acné conglobata puede dejar ya sea cicatrices atróficas que parecen hoyuelos (con pérdida de tejido, como en las típicas cicatrices tipo picahielo) o cicatrices hipertróficas y levantadas (con queloides que se forman por el exceso de colágeno producido cuando el cuerpo trata de compensar la pérdida de tejido).
El Acné Conglobata y la Artritis
Si bien el acné conglobata es una enfermedad infrecuente, la artritis producida por el acné conglobata es aún más inusual. Solo ha sido reportada en algunos pocos casos.
Solo existen dos tipos de acné que han sido asociados con trastornos musculoesqueléticos; estos son el acné conglobata y el acné fulminans. El acné vulgar, el tipo más frecuente de acné, no afecta los músculos, huesos o articulaciones.
La artritis por acné afecta principalmente a hombres jóvenes, los cuales también constituyen el subconjunto de la población que es afectada por el acné conglobata. Casi todos los pacientes con artritis por acné presentan un marcador genético que puede usarse para confirmar la enfermedad.
Este marcador genético es el antígeno leucocitario humano B27 negativo o HLA-B27 negativo (por las siglas en inglés de “human leukocyte antigen”).
Los casos de artritis por acné demuestran que el acné conglobata se asocia principalmente con la artritis periférica o axial (artritis de los huesos de las articulaciones y la columna vertebral) mientras que el acné fulminans mayormente provoca múltiples y dolorosas lesiones de los huesos, especialmente en la clavícula y el esternón.
¿Qué es la artritis por acné o SAPHO?
SAPHO es el nombre médico para la artritis por acné. Este nombre se forma con la primera letra de los 5 síntomas que definen esta condición:
SAPHO significa:
- Sinovitis – inflamación de las membranas sinoviales de las articulaciones
- Acné – enfermedad cutánea común la cual causa lesiones inflamatorias y no inflamatorias.
- Pustulosis – trastorno cutáneo altamente inflamatorio el cual produce grandes ampollas llenas de pus en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
- Hiperostosis – crecimiento excesivo de los huesos
- Osteítis – inflamación de los huesos
El síndrome SAPHO describe una serie de trastornos óseos inflamatorios que pueden o no estar relacionados con enfermedades de la piel.
La causa del síndrome SAPHO se desconoce; solo se sabe que la mayoría de la gente que lo padece hereda el marcador sanguíneo, HLA-B27.
¿Cómo se trata el Acné Conglobata?
La isotretinoína es el medicamento más frecuentemente recetado para el acné conglobata. También se puede combinar con esteroides orales, como la prednisona.
Ya que la isotretinoína no se puede aplicar en ciertas situaciones (y a su vez por sus diversos efectos secundarios), a veces, se recetan antibióticos del grupo tetraciclina como alternativa a la isotretinoína. Estos antibióticos incluyen la tetraciclina, la minociclina y la doxiciclina. También es posible recetar eritromicina.
Para los casos que muestren resistencia a los antibióticos de tetraciclina, se usa dapsona en su lugar. Ha habido casos de tratamiento exitoso del acné conglobata usando una combinación de dapsona e isotretinoína. Sin embargo, teniendo en cuenta que ambas drogas presentan graves efectos secundarios, se deben supervisar atentamente los tratamientos en los que se usen tales combinaciones.
Cuando los medicamentos orales no logran detener el acné conglobata, se recomiendan tratamientos tópicos.
El tratamiento usualmente empleado para los casos resistentes es el tratamiento con láser de dióxido de carbono en conjunto con terapia de tretinoína tópica. La radiación de rayo externo es otro tratamiento que resulta útil para tratar este tipo de acné.
Cuando el acné conglobata se presenta como un componente del síndrome SAPHO, se usan medicamentos tales como la sulfasalazina y el metotrexato. Medicamentos más recientes como la infliximab y el etanercept también se usan y se pueden combinar con isotretinoína.
Cuando todas las intervenciones con medicamentos fallan, la cirugía es el último recurso.
El tratamiento quirúrgico para el acné conglobata conlleva la remoción de grandes nódulos hemorrágicos por medio de la succión. Inyectar triamcinolona directamente dentro de la lesión de la puede ayudar a detener la progresión de la enfermedad cutánea.